jueves, 4 de abril de 2019

Lameculos.

De toda la vida. Siempre los ha habido.

Pero ya me está empezando a tocar un poco bastante la moral el lameculismo que se respira en el ambiente diariamente...

La culpa es de la sinceridad, la preciada sinceridad, tan demandada en las relaciones, tan valorada y querida... pero cuando la das de verdad y no es lo que se quiere escuchar, todo cambia. 

Es muy agradable recibir buenas palabras, buenos consejos... que te alaben todo el día, que coincidan con tus opiniones, acepten tus decisiones, te comprendan... es precioso, sí, pero en muchos casos, por desgracia, es HIPÓCRITA. Es mentira, es una nube de humo. Sin embargo, se tiene muy en cuenta a esas personas. Se las tiene como un gran apoyo, alguien que está siempre ahí.

A esas personas tampoco le cuesta demasiado regalar palabras bonitas. Es más sencillo tener contenta a la gente, ahorrándote discusiones y obviando tu punto de vista para no entrar en conflictos. ¡Que viva la personalidad y el criterio propio!

Luego llega esa persona realista, que es la única capaz de expresar su verdadera opinión, siendo sensata y con argumentos y SIEMPRE EDUCADAMENTE, y hace que todos se den con el palmo en las narices y se den cuenta de que... no mola que te digan la verdad. De que, a veces, duele.

Y pasas a ser una borde, una antisocial y decenas de excusas más para no abrir los ojos y seguir sucumbidos en su mentira. Okey.


Lo siento si he podido ser demasiado dura o hacer relativo "daño", pero me hierve la sangre con tanta hipocresía. Digo lo que pienso e intento ser lo más objetiva posible. Y si nadie tiene la poca vergüenza de plantar cara, lo haré yo. Soy igual de políticamente correcta (en el sentido estricto de la expresión, no lo que vemos hoy en día), pero por lo menos digo la verdad.

Lo que pasa es que molesta que te rompan unos esquemas basados en una estructura sin fundamento para justificar sandeces. 

Creo que el mundo necesita más gente con los pies en la tierra.

Pero si queréis seguir lamiendo culos o seguir teniendo quien os lama el culo, y rechazando / infravalorando / excluyendo las opiniones que no os gustan, jamás podréis llegar a ser realmente críticos con vosotros mismos.

Yo prefiero escuchar y aprender, rectificar si es necesario, dialogar, exponer puntos de vista. 


Y si alguna vez argumento en contra, ojalá alguien sea capaz de rebatirme a la cara con un buen razonamiento en lugar de obviar mi opinión por no corresponder con sus intereses, y luego chismorrear a las espaldas.


HIPÓCRITAS.


(( Esto lo escribí en junio de 2013 ))


6 comentarios:

  1. Coincido contigo, aunque a veces un sofisma es más hermoso que la verdad.
    Saludos.

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  3. Eso va a ser valido para todas las épocas a lo largo de la historia. Igual que habrá dos tipos de rebeldes, rebelde traidor y rebelde positivo o idealista. Y el choque es inevitable, pero te forja el carácter. Tu eres del lado positivo, mereces el titulo de hidalgo en honor a Don Quijote.

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    2. Búscate un psiquiatra, la esquizofrenia es tratable.

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